El origen
La Cueva de los Verdes se encuentra en el noreste de Lanzarote, dentro del Monumento Natural del Malpaís del Volcán de La Corona, que creó toda una serie de formaciones geológicas impresionantes, que luego fue modelada por la mano humana. Eso sí, con mucho cuidado: la huella artificial apenas se deja ver, excepto en la explanada de la entrada y el camino del interior. Jesús Soto, artista local, empleó aquí todo su saber sobre el contraste entre luces y sombras, en una atracción inaugurada en 1964.
El origen de la cueva está en una erupción de La Corona producida hacia varios miles de años, la cual produjo un túnel debajo de la tierra de más de seis kilómetros de largo (uno de los más extensos y atractivos de todo el mundo), desde el mismo volcán hasta el mar, cuyo último tramo se denomina poéticamente “Túnel de la Atlántida” por transcurrir ya debajo del agua. Cuando la superficie de un arroyo de lava se enfría y solidifica por efecto del aire mientras el magma fundido de abajo sigue fluyendo, es cuando se producen estos tubos volcánicos. Y al desprenderse parte del techo de una sección del tubo, se forma una estructura llamada en Canarias “Jameo”; una abertura que da acceso a distintas cuevas. A lo largo de este túnel, en el que hay por lo menos 16 jameos, se encuentran dos muy importantes, que además son Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote: la propia Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua.
Los interiores
El recorrido por la Cueva es simplemente mágico y único. Nos adentra de nuevo en las entrañas de la tierra, en nuestros orígenes, un mundo silencioso, hermoso y colorido. La parte que se puede visitar de la Cueva de los Verdes está compuesta de un kilómetro de galerías puestas unas encima de las otras, con interconexiones verticales entre ellas. En algunos momentos encontramos hasta tres niveles, con lo cual el visitante puede descubrir espacios nuevos desde varias perspectivas.
El túnel de la cueva que recorren los turistas alcanza los cincuenta metros de altura y hasta los quince de anchura. Hay toda clase de formas geológicas que admirar: bloques sólidos que arrastró la corriente, canales de lava, goterones de lava, estratos de lava endurecida uno detrás de otro, depósitos de sal…
Aunque lo más espectacular, probablemente, sea la paleta de colores que embellece las paredes y bóvedas de la gruta. Por ejemplo, los distintos tonos de ocre tienen su razón de ser en el reflejo de la luz sobre eflorescencias salinas, las cuales tienen lugar a causa del agua que se filtra desde la superficie. En cuanto al rojo, procede del hierro que se oxida en las rocas basálticas.
Otra cuestión llamativa es el clima del interior, muy placentero. Gracias a las corriente de aire del interior, el túnel se ventila de manera totalmente suave y natural, con una temperatura que nunca desciende de los 19 grados aproximadamente.
Detalles prácticos
La cueva se encuentra en el municipio de Haría, en el noreste de la isla. Por supuesto, hay autobuses turísticos que llevan hasta ella. Para ir en transporte particular, hay que salir de Punta Mujeres en dirección norte por la LZ-1 (Carretera hacia Órzola) y girar a la izquierda en el cruce (si hay mucho tráfico, habrá que desviarse primero a la derecha para hacer la maniobra) hasta dar con ellas. Los visitantes, que valoran muy positivamente el emplazamiento, aconsejan emplear tres cuartos de hora para recorrerlo.
La tarifa de entrada a las cuevas es de 9 euros para los adultos y de 4,50 euros para los niños (entre 7 y 12 años). Aquellos que sean residentes en Canarias se beneficiarán de un descuento de 1,80 euros y 0,90 euros respectivamente. Abre todos los días desde las 10:00 hasta las 18:00 horas, admitiendo la última visita a las cinco de la tarde. En verano (se considera como tal del 1 de julio al 30 de septiembre), el horario se amplía hasta las siete de la tarde, pero las entradas siguen finalizando una hora antes. Para quienes deseen una visita guiada, se recomienda presentarse allí entre las 15:00 y las 18:00 horas.