La isla de Lanzarote cuenta con muchos kilómetros de costa, con magníficas playas. Algunas son muy grandes y dan cabida a multitud de actividades. Otras son más pequeñas, como las calas, más escondidas pero igual de bellas. Estos espacios reducidos se convierten en auténticos oasis de tranquilidad. En ellos podemos disfrutar de una agradable jornada de sol y bañarnos en sus aguas claras mientras contemplamos la interesante orografía de Lanzarote.
Anímate a descubrir con este artículo algunos detalles de las mejores calas que podemos visitar en nuestro viaje a Lanzarote.
La cala Cueva de Doña Juana
Esta tranquila cala está situada en la zona turística de Puerto del Carmen, que pertenece al municipio de Tías. También se la conoce como la playa del hotel, dada su proximidad con el Hotel Fariones, cuyos jardines flanquean los límites de la cala. Cueva de Doña Juana tiene una superficie de unos 60 metros y su ofrece una paz y sosiego que contrasta con el bullicio de las atestadas playas de la zona. Cuando baja la marea, esta cala aumenta parcialmente su extensión. Y cuando sube, se puede contemplar el mar desde sus abundantes rocas.
Sus aguas se mueven reposadamente y su arena de calidad es de origen volcánico. Esta cala también tiene una perfecta orientación que hace que la zona quede bien resguardada del viento. Al norte de la cala está el muellito, cuya elevación permite realizar algunos divertidos saltos al agua cuando la marea está alta.
La cuestión más complicada de esta playa es su difícil acceso por un sendero algo estropeado y bastante accidentado, aunque el esfuerzo merece la pena. Además, estas pequeñas incomodidades para llegar a la cala permiten que el número de visitantes no aumente y siga reinando la tranquilidad.
Cala de El Pozo
Esta solitaria cala se encuentra en la zona que se conoce como Playa Quemada, perteneciente al municipio de Yaiza. Para llegar hasta El Pozo hay que atravesar un sendero desde la vecina playa de La Arena. Durante los 30 minutos que podemos tardar en llegar a la cala, veremos la desordenada, y a la vez bonita, distribución de las casas en Playa Quemada. También iremos contemplado poco a poco lo que nos espera en la playa: arena oscura de origen volcánico y callaos. Para transitar cómodamente por esta cala es recomendable llevar calzado cómodo que permita caminar con seguridad sobre los cantos rodados. El baño en esta cala es apacible, tanto por la tranquilidad de sus aguas como por la escasa presencia de visitantes.
Para los amantes del senderismo, hay una interesante ruta alternativa que nos lleva desde el pueblo de Femés hasta la cala de El Pozo. Esta población, también perteneciente al municipio de Yaiza, está situada en pleno macizo de Los Ajaches. Esta formación volcánica no está excesivamente elevada, por lo que el descenso hasta El Pozo es una actividad agradable de poca dificultad y que permite contemplar unas preciosas vistas durante su recorrido.
Cala de las Malvas
Esta cala está situada en el municipio de Tinajo, al oeste de la isla de Lanzarote. Tiene una superficie de unos 300 metros y a la cual se accede desde el centro del pueblo. Para guiarnos disponemos de las indicaciones oportunas. Hay una primera parte del camino que puede hacerse en vehículo sobre superficie de tierra. El tramo final ha de hacerse a pie.
El paisaje de esta cala está dominado por la oscuridad de su arena de origen volcánico y por el perfil diseñado por las coladas volcánicas de las primeras erupciones del Timanfaya. En esta playa suele hacer viento, aunque hay algunos recodos más apacibles. Al no ser una zona muy transitada, bañarse en esta cala resulta relajante. El baño también es seguro y aunque el fondo marino es bastante rocoso, será suficiente con llevar calzado protector cuando estemos dentro del agua.
El Bañadero de Guatiza
Esta pequeña cala se encuentra en la urbanización de Los Cocoteros, del pueblo de Guatiza, perteneciente al municipio de Teguise. Se accede muy fácilmente por un camino de tierra y hay aparcamiento.
El Bañadero mide tan solo unos 50 metros, sus aguas son muy tranquilas y el viento no sopla fuerte. Esta cala está flanqueada por unos diques de piedra natural donde podemos extender nuestra esterilla para contemplar el paisaje y relajarnos. Este lugar cuenta también con un solarium de madera donde poder descansar tranquilamente mientras tomamos el sol.
La Cocina, una cala en la isla de La Graciosa
Este pequeño oasis está ubicado en la isla de La Graciosa, en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo. La cala se encuentra a una hora y media aproximadamente desde Caleta del Sebo, que es casi la única zona habitada de la isla. El acceso puede realizarse en bici o a pie.
Nada más acercarnos a La Cocina, destaca la imponente figura de la Montaña Amarilla. Pese a tratarse de una formación poco elevada, sus colores intensos y claros, contrastan con el tono azul y verdoso de las aguas que bañan esta cala, dotando al lugar de un encanto muy especial. Por si fuera poco, desde este lugar podemos contemplar toda la costa oeste de Lanzarote. Aunque es una zona algo calurosa, sus aguas cristalinas y tranquilas animan constantemente a sumergirse en ellas.