Las mejores playas nudistas de Lanzarote

Consideraciones previas

Antes de hacer nudismo, en Lanzarote o en cualquier lugar, hay que tener en cuenta que, si bien en España es legal el nudismo en general en las playas, los Ayuntamientos pueden prohibirlo mediante una ordenanza municipal. Es el caso del consistorio de Tías, por lo que quedan vedados al naturismo los arenales urbanos y semiurbanos de Puerto del Carmen (Playa Chica, Playa Grande, Los Pocillos, Playa de Matagorda, Playa de en medio, El Barranquillo, la Peñita y Playa Guacimeta).

Cualquier lista o relación de playas nudistas no será más que una recomendación o un consejo sobre dónde suele haber más personas que practican el naturismo, pues no es posible excluir a los textiles; ahora bien, tampoco es un inventario cerrado, siempre podemos buscar por nuestra cuenta calas más discretas o irnos a las partes menos transitadas. En este sentido, puede ser interesante una excursión al islote de La Graciosa, en el norte.

Los arenales

Algunas de las mejores playas están en el municipio de Haría, en el extremo noreste de Lanzarote. La primera es la de El Risco, de 20 metros de anchura y casi un kilómetro de longitud, ventosa y sin servicios. Su punto fuerte es el mirador de Ye, desde el que se contempla el Archipiélago Chinijo al completo. En La Cantería, mucho más pequeña, sí que encontramos salvamento y zonas para hacer surf, pero también hay cantos rodados además de arena y el oleaje es muy fuerte. Es una playa casi virgen, con pocas plazas de aparcamiento. De parecida longitud, pero muy ancha, de pura arena, aguas tranquilas y más servicios, es la Playa del Caletón Blanco, que hace honor a su nombre. Las Cocinitas es otra de esas playas de miniatura, situada en pleno Monumento Nacional del Volcán de la Corona. En esta zona cabe destacar también la pequeña y rocosa playa, además de sin servicios, de La Caleta.

Un poco más al sur, ya en el municipio de Teguise, encontramos Charco del Palo, un arenal muy estrecho de aguas tranquila y con puestos de comida. La Ensenada de las Caletas es similar en características, pero más larga y con poco aparcamiento; es un lugar muy transitado por deportistas acuáticos en general y windsurfistas en particular.

En el extremo suroeste, en el término municipal de Yaiza, se puede ir a La Colorada, minúscula (50 metros de longitud y 8 de anchura) y de grava y cantos además de arena y sin servicios, pero con poco oleaje. Muy parecida a ella es La Mulata, bastante popular por estar al lado de la roca de los volcanes y sus vistas. Algo más grande (sobre todo en anchura) y con establecimientos hosteleros, pero de la misma factura, es La Campana. Es urbana y tranquila, de fácil acceso. Para los más atrevidos es la Playa del Cochino, que se encuentra cerca del Parque Nacional de Timanfaya; si quieren discreción, mejor no ir a ella en las horas punta turísticas. Cerca de los turísticos Hervideros está la ventosa playa de Montaña Bermeja. El Papagayo, aunque es una playa bonita, ya no es considerada muy nudista.

A norte de Yaiza, en Tinajo, sobresale entre las playas recomendadas para el nudismo la de La Santa, de roca y arena, fuerte oleaje y mucho viento, pero de ambiente relajado y con servicios de restauración.

Otra de las playas favoritas para practicar naturismo es la de Famara, en Teguise, al norte de la isla sin abandonar el centro. Es muy larga (casi tres kilómetros) y bastante ancha (25 metros), por lo que se puede uno quedar desnudo sin miedo a ser molestado en cualquier parte. Está compuesta de cantos rodados y arena, las olas son altas y el viento potente. Cuenta con limpieza, papeleras y zona de surf. Se puede llegar a ella fácilmente a pie, en barco o en coche y es muy querida por los amantes de surcar las olas.