A lo largo de toda la superficie de la isla de Lanzarote encontramos multitud de opciones para realizar turismo. Sin duda, la naturaleza es protagonista de muchas de las actividades de las que podemos disfrutar. La presencia del océano Atlántico, así como las huellas de la actividad volcánica, favorecen la aparición de lugares de gran belleza. Sin embargo, también podemos visitar otros lugares de interés relacionados con la cultura y el arte en Lanzarote.
Descubramos en las siguientes líneas algunos de esos lugares que no podemos perdernos en nuestra visita a la isla.
El Parque Natural del Timanfaya
Si tenemos la posibilidad, no podemos irnos de Lanzarote sin conocer este lugar. Tiene una superficie de más de 50 kilómetros cuadrados y ostenta la categoría de Parque Nacional desde el año 1974. Cuenta con más de 25 volcanes y el Timanfaya estuvo activo por última vez en 1824. En la actualidad el calor bajo la superficie terrestre puede oscilar entre los 100 y los 600 grados centígrados a 13 metros de profundidad.
Su visita no deja indiferente a nadie y es considerado uno de los lugares naturales más importantes de Lanzarote. Dada la extensión del Parque Natural del Timanfaya, hay multitud de opciones para visitarlo. Diversas rutas pueden seguirse en función de las preferencias de cada persona, de la dificultad, de la disponibilidad. Una de los recorridos que más atrae es el que puede realizarse en dromedario. Una opción perfecta para los más pequeños y que garantiza un recuerdo inolvidable.
Se puede llegar al parque desde las poblaciones de Yaiza y Tinajo. El horario de visitas en verano es de 9 de la mañana a las 17:45 de la tarde. El resto del año (del 16 de septiembre al 14 de julio), la hora de cierre se retrasa a las 19:00 horas. En temporanda alta la afluencia de público aumenta notablemente y es recomendable acudir a primera hora. La visita será más tranquila y también la temperatura será más agradable.
Una jornada de excursión en los límites del Timanfaya: las Salinas del Janubio, Los Hervideros y El Charco de los Clicos
En apenas diez kilómetros, encontramos estos 3 interesantes lugares. Se ubican en el municipio de Yaiza, situado en el suroeste de la isla de Lanzarote. Si hacemos el recorrido de norte a sur empezaremos la excursión por el Charco de los Clicos. Siguiendo hacia el sur podremos visitar Los Hervideros. Y, en última instancia, en el punto más al sur de nuestro recorrido, podremos contemplar las Salinas del Janubio. Entre visita y visita se puede acudir al pueblo de El Golfo para tomar algo refrescante o probar algún rico pescado.
El Charco de los Clicos es un lugar de gran atractivo. Recibe también el nombre de Charco Verde o Laguna de los Clicos. La llegada a este lugar es sencilla tras recorrer una pequeña distancia a pie después de dejar el coche aparcado en un aparcamiento que encontramos en el pueblo de El Golfo. El Charco de los Cliclos tiene aproximadamente 100 metros de longitud y muestra claramente los efectos de la erosión sobre los materiales de origen volcánico.
Una de las cosas que llama la atención cuando vemos este paisaje es el contraste de colores: el azul del mar y el cielo, el tono oscuro de la arena de origen volcánico, el color ocre y marrón de lo que fue un volcán y, por supuesto, el color verde de la propia laguna. Esta tonalidad verdosa se debe a que en sus aguas habita un alga de la especie Ruppia maritima. Antiguamente también había una especie de crustáceo denominado clico, a la cual le debe su nombre, pero que ahora está extinguida. En este antiguo cráter la presencia de agua se justifica por su conexión con el mar a través de grietas subterráneas.
Visitar Los Hervideros supone contemplar la naturaleza en su estado salvaje. Se trata de los restos de unas formaciones rocosas creadas a partir de una colada volcánica originaria de las erupciones en las denominadas Montañas de Fuego. El rápido enfriamiento de la lava al contacto con el agua propició esta morfología abrupta e irregular tan fascinante.
Dado que parte del atractivo de este lugar es contemplar el choque de las olas contra las rocas, lo mejor es visitarlo cuando el mar está más bravo. Sin embargo, si vamos con niños hay que extremar las medidas de precaución.
Las Salinas del Janubio están conformadas por unas 44 hectáreas en las que se produce sal desde finales del siglo XIX. Aunque siguen en funcionamiento, su producción ha disminuido en los últimos tiempos a causa de la reducción de la pesca y a la sustitución de la sal por hielo para conservar los productos. Su actividad sigue teniendo un papel importante ligado a los productos en salazón y a las conservas.
En la visita a este lugar contrastan especialmente el tono oscuro del la arena con el imponente color blanco de la sal. También destaca el color azul o verde de la laguna de agua salada que nutre a la salina. De este modo, se conforma una estampa original e irrepetible.
Casa-Museo José Saramago
Si queremos hacer un pequeño paréntesis en nuestras jornadas de sol, playa y montaña, podemos visitar la Casa-Museo de José Saramago. El escritor portugués tuvo esta residencia de Lanzarote desde los años 90 del siglo XX, concretamente en el municipio de Tías, situado en el centro-sur de la isla. Allí murió en el año 2010 y, casi un año más tarde, su residencia se abrió al público como casa-museo.
De este modo, desde marzo del 2011 podemos conocer los rincones del que fue su hogar durante casi 20 años. Podemos visitar el estudio donde trabajaba, el salón, la cocina, el jardín e incluso el dormitorio que compartía con su esposa. También tenemos acceso a la sala de juntas, que apenas se utilizó como tal, así como a una increíble biblioteca, con multitud de volúmenes, y donde, al parecer, Saramago pasaba tiempo todas las mañanas.
El horario de visita es de 10 a 14:30 horas, de lunes a sábado. El precio de la entrada es de 8 euros para mayores de 16 años, salvo para los residentes de Lanzarote, que cuesta 2 euros. Los menores de 16 años, pueden entrar gratis. La entrada incluye un café portugués que se ofrece en el jardín de la casa. El museo cuenta con guías para facilitar que la visita sea lo más completa posible.
El Charco de San Ginés
Está ubicado en el municipio de Arrecife, capital de Lanzarote. El Charco debe su nombre al patrón del lugar: San Ginés. Es una laguna de agua salada que se adentra en el pueblo y que fue remodelada por el arquitecto César Manrique.
Actualmente, es un lugar muy visitado por los turistas, quienes fotografían el lugar con la intención de conservar el recuerdo de este entrañable lugar. Además, está próximo a la zona de calles comerciales y servicios como cafeterías, restaurantes y alojamientos. De este modo, es un enclave turístico bastante dinámico.
Si volvemos la vista atrás, el Charco de San Ginés era antiguamente una zona de actividad pesquera, puesto que nació como puerto, y cobró gran importancia como lugar de aprovisionamiento en la ruta hacia América. Era, además, lugar de abastecimiento de productos para la población local y punto de entrada a la isla de Lanzarote.
La vista al Charco de San Ginés es, por tanto, un encuentro con la historia de la capital de Lanzarote. Es también una oportunidad de conocer uno de los muchos lugares de la isla en los que César Manrique fusiona la arquitectura con la naturaleza, respetándola al tiempo que la hace más próxima a las personas.
Visitar La Cueva de los Verdes y Jameos del Agua
Apenas 800 metros separan La Cueva de los Verdes y Jameos del Agua. Situados en el municipio de Haría, estos dos enclaves naturales se encuentran en el denominado Túnel de la Atlántida, que llega hasta el mar. Este túnel subterráneo de 6 kilómetros de longitud se formó por el enfriamiento de las lavas procedentes de diversos volcanes.
La Cueva de los Verdes permite realizar un recorrido de aproximadamente 1 kilómetro, en el cual nos iremos encontrando distintas galerías que harán disfrutar a sus visitantes. Además de la belleza de la cueva, destacan los colores de sus materiales, así como el encanto de la imagen de cada estancia reflejada en sus aguas.
Este lugar puede visitarse entre las 10 y las 18 horas en invierno, y entre las 10 y las 19 horas en verano. El precio es de 9 euros para los adultos y de 4,50 para los niños de 7 a 12 años. Los vecinos de Canarias cuentan con precios reducidos.
Los Jameos del Agua, son en realidad aberturas en el Túnel de la Atlántida. Estas formaciones reciben el nombre de Jameo Chico, Jameo Grande y Jameo de la Cazuela. Tanto César Manrique como Jesús Soto han realizado diversos proyectos para convertir el lugar en una combinación de espacio natural y de lugar de entretenimiento. En la actualidad se puede escuchar un concierto en los Jameos, o comer algo en su restaurante.
Puede visitarse este lugar entre las 10 de la mañana y las 18:30 de la tarde. Los sábados amplía su horario hasta las 22 de la noche, en invierno, y hasta las 00:30 horas en verano. El precio de la entrada es también de 9 euros para adultos y 4,50 para niños, con reducción en el precio para los residentes de Canarias.